miércoles, mayo 21, 2008

DESPUÉS DE INTERPOL

Foto: www.elperiodico.com
EL NUEVO HERALD - Publicado el martes 20 de mayo del 2008

El informe forense de INTERPOL sobre las computadoras incautadas en el campamento ecuatoriano de ''Raúl Reyes'' clarifica tres cosas: eran propiedad del cabecilla guerrillero, no fueron alteradas y son un medio probatorio. ¿Qué hacer con esa información?

En el plano judicial se podrán establecer los nexos de sectores de la sociedad colombiana con las FARC y avanzar en el desmantelamiento de su entramado legal, compuesto por políticos, jueces, fiscales, periodistas y ''personalidades''. La guerrilla mantiene la ''combinación de todas las formas de lucha'': al tiempo que efectúa acciones armadas, se camufla en la legalidad para conseguir sus objetivos criminales.

Por otro lado, si bien Alvaro Uribe dijo en la Cumbre de Río que no denunciaría ante la Corte Penal Internacional (CPI) al presidente Hugo Chávez, la información servirá a las organizaciones no gubernamentales que decidan agotar la jurisdicción interna de Venezuela y cumplir con las formalidades requerida para acudir a La Haya.

Aunque Chávez públicamente se burle, íntimamente teme correr la suerte de Thomas Lubanga, comandante de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo, o de militares de Uganda, respecto de los que la CPI dictó orden de detención. Los emails entre miembros del secretariado de las FARC, diversas declaraciones del propio Chávez y otros medios probatorios testimonian que la relación trasciende la simpatía ideológica y se extiende a la financiación de sus actividades terroristas, suministro de armas, cobertura política y concurso en la ejecución del plan estratégico de la guerrilla. Con ello, el teniente coronel contribuye a la comisión de crímenes de competencia de la Corte.

Por otro lado, la recepción por parte de la campaña electoral de Rafael Correa de dineros provenientes de actividades de narcotráfico y secuestro de las FARC, que embadurna con sangre y cocaína su presidencia, ocasionará las investigaciones judiciales reclamadas por la oposición en su país.

En el plano político habrá más agitación. El gobierno colombiano tiene la iniciativa y pasó de acusado a acusador. En sus manos está decidir qué hacer con la información que sindica a sus adversarios en la región. Podría buscar un compromiso de no divulgarla a cambio de que los gobiernos rompan sus relaciones con las FARC.

En realidad es poco factible. ¿Qué grado de confiabilidad se puede otorgar a quienes en la clandestinidad se asociaron con un grupo terrorista y narcotraficante? ¿Se puede creer en gobernantes que violan la legislación internacional que proscribe el apoyo o colaboración con organizaciones dedicadas a esas actividades?

Tal alternativa interpreta inadecuadamente lo que ocurre en América Latina y desconoce los fundamentos teóricos del proyecto bolivariano. Como lo recuerda el experto en seguridad, Román Ortiz, ''un gobierno revolucionario al interior es también un gobierno revisionista en el exterior''. Los vínculos y solidaridad con las FARC reflejan esa lógica y se enmarcan en la construcción del ''bloque regional de poder - (patria grande)'', indispensable para realizar el socialismo del siglo XXI. Según Heinz Dieterich Steffan el programa revolucionario sólo es posible si se consolida en el ámbito regional. ¿Es entonces sensato esperar que el chavismo renuncie voluntariamente a extender su mano sobre Colombia, cuando esto significa su fracaso?

Parece más apropiado estar dispuestos a acudir al Consejo Permanente de la OEA y al Consejo de Seguridad de la ONU, previa sensibilización de la opinión pública mundial. Es necesario organizar, clasificar y publicitar la información referida a los tratos de Chávez y Correa con las FARC y allegarla a todos los gobiernos. La presión internacional debería quebrar la confabulación farchavista o someterla al ostracismo. Si no fuera así, se legitimarán otro tipo de acciones.

Hay que colocar las cosas en su sitio. No estamos viviendo una situación común en que la confrontación armada desborda fronteras y afecta los países vecinos. Los gobiernos de Venezuela y Ecuador, más que sufrir el ''conflicto colombiano'', son aliados de las FARC. Precisamente eso es lo que amenaza la paz en la región, no la respuesta legítima del Estado al terrorismo y al narcotráfico. Tampoco se puede comparar con la pasividad de Francia frente a ETA. Francia no compartía los objetivos de la banda terrorista, no la armaba, ni la financiaba, ni ninguno de sus gobernantes recibió de ella aportes a sus campañas electorales.

Los gobiernos que integran la revolución bolivariana deben comprender que el terrorismo y los crímenes de lesa humanidad son inaceptables para el mundo y para sus pueblos. Omitirlo les puede llevar a recorrer el camino del general Manuel Antonio Noriega, ahogar su proyecto político y menoscabar el respaldo popular. Por eso, camaradas Chávez y Correa, lo mejor es romper con las FARC.

www.rafaelguarin.blogspot.com

4 comentarios:

  1. Que sarta de mentiras y elucubraciones. ¡Colombia invade Ecuador y encima se vuelve acusadora! Qué hicieran ustedes si no tuvieran el billete de la droga y del financiamiento gringo. Se destripan entre dos fuerzas movidas por el dinero. Empiecen a moverse por la fuerza de los buenos valores. Piense estilo Gandhi, no estilo Bush (genocidio de 600.000 en Irak). Es comprensible por qué tienen tantos problemas de violencia en Colombia; por gente como tú Guarín.

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  2. Quiltro o filtro o como te llames, creo que eres otro que le guarda las espaldas al neoestalinismo, que mas quieres que correa confiese,. podria jurar que tu estas convencido de todo eso, pero sino que eres parte del juego macabro del farcochavismo...con menos pruebas, y con menos indicios han estado presos algunos personajes...

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  3. Hola Rafael:
    Es comprensible que haya animadversión por parte de los vecinos cuando Colombia violó el Derecho Internacional. El hecho es que ya se pidió perdon. Punto. Avancemos en las relaciones.
    Lo que uno percibe es que los presidentes de Ecuador, Venezuela y Nicaragua, necesitan argumentar alguna confrontación con un agente externo, ya sea Estados Unidos o Colombia. Quieren, necesitan, y parece que se mueven con mayor soltura en el terreno del conflicto. Posiblemente porque NO tienen argumentos sólidos para desmentir las relaciones con grupos subversivos, o porque políticamente prefieren "bloquear" comercialmente frontera, antes que competir abiertamente. Aclaro que es una decisión política (de gobierno), no una determinación de la sociedad misma.

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  4. Bueno. Se nota que usted no es Colombiano. Eso es todo lo que debo decir. Usted no conoce el sentir de mi pueblo, la situacion en la que las FARC nos ha puesto durante anos ni tampoco le duele como gobiernos de paises hermanos apoyan y se alian con los enemigos de Colombia y sus verdugos, en vez de ser nuestro apoyo.

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