sábado, agosto 02, 2008

FRENTE UNIDO CONTRA LAS FARC


Fecha: 07/28/2008 - http://www.semana.com/

Por RAFAEL GUARÍN

La semana pasada el periódico "El País" tituló: "PSOE y PP recuperan la unión ante ETA". Zapatero y Rajoy llegaron a un acuerdo despues de cuatro años de roto "el pacto antiterrorista", un fracasado intento de proceso de paz con la banda vasca y una aguda crisis en las relaciones gobierno oposición. Mientras eso ocurre en España, donde la oposición se hace en serio y el tono político es muy fuerte, en Colombia la administración de Alvaro Uribe, sin contar con el Partido Liberal y el Polo Democratico, anunció una reforma constitucional que afecta las reglas de juego para acceder a los cargos de elección popular y la administración de justicia.

El consenso no figura en la agenda de ninguno de los actores politicos y la polarización partidista parece la unica opción. El gobierno se muestra satisfecho con sumar los votos de sus destartaladas bancadas y la oposición ve anuncios de hecatombe en cualquier pronunciamiento oficial. El Polo ni siquiera fue capaz de respaldar al ejecutivo en la crisis de marzo pasado con Ecuador, Venezuela y Nicaragua.Para

Uribe ha sido una estrategia adecuada. Le permitió la holgada reelección y dividir el horizonte político entre quienes a su lado enfrentan a las FARC y aquellos que al cuestionar su politica de seguridad terminan coincidiendo parcialmente con el discurso guerrillero. Esto, sin duda, ha contribuido al 80% de imagen favorable y a reducir a un digito la de los dirigentes de la oposición.

Pero esa estrategia tiene un punto de quiebre. Sin la presencia de Uribe en la contienda electoral de 2010 todo es posible. Aunque los ciudadanos aspiren a dar continuidad a las políticas muy dificilmente el presidente podra endosar el apoyo electoral a un candidato. El vacio de liderazgo que se percibe en las filas de la coalición gubernamental y en la oposición es tan grande que cualquier cosa pueda pasar. Las FARC lo saben y por eso mantienen su negativa de negociar con Uribe. Iván Marquez acaba de ratificarlo en TELESUR: "la solución política del conflicto sólo es posible con otro gobierno, y mucho más si es el resultado de un Gran Acuerdo Nacional". En otras palabras, apuestan a aguantar la presión militar hasta que cambien las condiciones de lucha y buscan, con apoyo internacional, convertir el comienzo de un proceso de paz en el primer punto de la agenda electoral, conseguir legitimidad política e influir en la eleccion de un gobierno que compre su discurso. No es nuevo. Es la reedición de las maniobras exitosas de 1982 y 1998.

Por eso el tramite de la reforma constitucional es una oportunidad. Uribe debería dar un paso adelante y emplazar a la oposición a un acuerdo sobre los aspectos sustanciales del acto legislativo. Del otro lado, sería muy positivo que los Gavirias (Cesar y Carlos) se sentaran en la mesa pensando en los ajustes que se requieren y no en los cálculos electoreros que la hicieron naufragar el semestre pasado.Es necesario que el acuerdo comprenda la seguridad democrática. La oposición tiene que estar ciega para no leer en las marchas ciudadanas, contra las FARC y en repudio del secuestro, que la sociedad adoptó un actitud de firmeza contra el terrorismo y que no esta dispuesta a hacer concesiones políticas al crimen. La acción judicial, la observancia del estado de derecho y el vigor del aparato coercitivo del Estado son la clave para la paz.

El Polo y el Liberalismo tienen mucho que ganar al comprometerse sinceramente con las banderas del gobierno en materia de seguridad. Les permite espantar temores, eliminar desconfianzas y avanzar en su legítima aspiración al gobierno. Tambien les sacude ese inflexible e irreflexivo antiuribismo que actua cada vez mas en su contra y que se refleja en las encuestas. Y Uribe se beneficia al convertirse en un lider capaz de generar consensos con las restantes fuerzas politicas y al construir un ambiente que propicie la sostenibilidad de la seguridad democrática más alla de las proximas elecciones presidenciales.

Aunque se ha logrado mucho en el combate al terrorismo, no hay que obviar que los próximos dos años son decisivos para que las derrotadas FARC se acaben o resuciten con la trampa de la "solución politica al conflicto social y armado". Ya aparecieron viejos agitadores ofreciendose para ese escenario. Para evitarlo, que bueno seria que al igual que los socialistas y populares ibericos frente a ETA nos pusieramos tambien de acuerdo en que a las FARC no se les "pagara un precio politico para que dejen las armas".

Llego el momento de exigirle tanto a la oposición y al gobierno una visión compartida de Estado. Deben acordar los fundamentos que regirán nuestra democracia y nuestra sociedad. Ese sería un verdadero legado de Uribe.

Nota: ¿Cuando la Fiscalia pedirá en extradición a los farianos camuflados en la Coordinadora Continental Bolivariana?