 |
| www.cmi.com.co |
COMENTARIO:
El Cardenal Rubén Salazar dijo que es "necesario que esa negociación de La Habana se haga a un ritmo rápido, a un ritmo veloz, porque no podemos permitirnos el lujo de estarnos años ahí sentados dialogando casi de espaldas al país".
Las palabras de Salazar, quien ha dado permanente apoyo al proceso de paz entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos, evidencian la necesidad de que se llegue a resultados concretos en el menor tiempo posible. Los ataques terroristas de la guerrilla han aumentado el escepticismo ciudadano frente a lo que ocurre en La Habana, al igual que los comunicados de la organización en los que niega reconocer su carácter de victimarios y su papel en el narcotráfico o en la continuidad del secuestro y la extorsión.
Pero el cardenal menciona un aspecto que generará cada vez más desconfianza sobre lo que en realidad se está acordando con el grupo violento: el diálogo "de espaldas al país".
Hasta ahora el gobierno no ha informado el alcance de las conversaciones, solo se limita a decir que las propuestas que las FARC han hecho públicas no corresponden con lo que se negocia en la mesa, entonces, la pregunta es: ¿qué es lo que realmente se está pactando con la guerrilla?
Más preocupa que los anuncios de ambas "partes" indican que hay avances e incluso cuartillas ya redactadas, que para las FARC son borradores, pero que para el gobierno no tienen antecedente. Preocupa pues la guerrilla ha manifestado que hay coincidencia en el diagnóstico sobre la situación de la tierra y de su relación con el llamado "conflicto armado". ¿Quiere decir esto que el gobierno aceptó la tesis del grupo que señala como causantes de la violencia a determinados sectores de la sociedad, como los ganaderos y los empresarios del campo? !Este es un tema grueso!
La ausencia de transparencia en cuanto a lo que realmente se negocia es lo que el cardenal Salazar califica como "sentados dialogando casi de espaldas al país".
¿Cómo tener confianza en el proceso cuando se hace en secreto con una guerrilla históricamente mentirosa, experta en engañar y manipular?
¿Cómo tener confianza en el proceso cuando se hace en secreto con un gobierno que ha demostrado ser impredecible y devoto del engaño, la mentira y la manipulación?
¿Cómo confiar en un proceso en el cual el Presidente Santos excusa a las FARC de las masacres que comete argumentando que son las reglas pactadas?
¿Cómo confiar si es el propio jefe de Estado el que miente a los ciudadanos respecto a la participación de las FARC en los secuestros, al salir a decir que hay que creerle a sus voceros cuando afirman que han dejado dicha práctica?
Con diálogos y pactos secretos, con un grupo violento dedicado a la mentira y con un Presidente para el cual lo importante es solo simular, es imposible que no exista desconfianza ciudadana frente a los diálogos en La Habana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario