lunes, junio 21, 2010

¿POR QUÉ GANÓ JUAN MANUEL SANTOS?

21 de mayo de 2010 - Publicado en El Espectador
RAFAEL GUARÍN*

Varios factores contribuyeron a la victoria de Juan Manuel Santos en las elecciones de ayer. Veamos:

1. Álvaro Uribe y el uribismo. Santos no sólo representó la continuidad de las políticas del gobierno sino que fue el candidato del presidente. Logró concitar el apoyo de gran parte de los ciudadanos que respaldan la gestión del gobierno que finaliza y que tienen una opinión favorable de Uribe: no menos del 70%. Las permanentes alusiones del mandatario a favor de la continuidad fueron definitivas.

2. Capacidad de reacción. Cuando la Ola Verde amenazó con transformase en un tsunami que lo barriera en primera vuelta, Santos tuvo la templanza para realizar la “locura” de cambiar de director de campaña y asumir el alto costo mediático de designar como estratega al venezolano JJ Rendón, tan solo a 25 días antes de las elecciones. La arriesgada jugada permitió invertir la situación, levantar la moral del Partido de la U, redefinir funciones, superar los graves problemas internos de la campaña y arrasar el 30 de mayo.

3. Estrategia. No obstante que hasta la primera semana de abril su campaña carecía de estrategia escrita, el diseño de la misma y su impecable ejecución cambiaron completamente el escenario. Algunas líneas de la formula consistieron en concentrarse en un tema (trabajo), evidenciar las fortalezas de Santos, enfatizar en que era el candidato de Uribe y del uribismo, eliminar el color naranja de la publicidad que acababa con el sentido de pertenencia al partido de la U, reactivar ese partido, salir del tema de la seguridad y pasar al tema social, diseñar una comunicación alegre y segmentada, hacer permanentes estudios de opinión y mantener una fuerte dirección.

4. Mensaje: Mientras la campaña de Santos pasó de las consignas iniciales de “prosperidad democrática” y “seguir avanzando” a propuestas concretas, enfatizando en la generación de “trabajo”, los verdes se mantuvieron en tres consignas que fueron incapaces de traducir en propuestas claras.

5. Disciplina: Santos, a diferencia de sus rivales, no se dejó distraer en ataques al oponente sino que aprovechó cada oportunidad para transmitir el mensaje de campaña. Cuando era objeto de arremetidas siempre respondía con sus propuestas, especialmente la de generar trabajo, y no dejó que lo sacaran de la disciplina que debe caracterizar el mensaje en una campaña.

6. Organización. Santos era el candidato que contaba con mayor y mejor organización: el Partido de la U es una colectividad cada vez más solida, con militantes comprometidos y sin el desgaste de las colectividades tradicionales. Eso, sin contar, con la ventaja de influir en el gobierno nacional y en las administraciones departamentales y municipales.

7. Equipo: Santos tuvo de lejos el equipo mejor preparado, con más experiencia y conocimiento en materia programática, estrategia, mensaje, discurso, comunicación, día de elecciones, movilización y agitación ciudadana. Se rodeo de expertos, técnicos y de políticos claves.

8. Voto de opinión: Fue mayoritariamente para Santos. Obtuvo una amplia victoria en las grandes ciudades donde el voto independiente predomina y los tentáculos de los aparatos políticos tienen mínima influencia. Queda claro que no es cierto que el llamado voto de opinión esté o tenga que estar siempre en contradicción con las preferencias de las organizaciones partidistas.

9. Debates: A pesar de no ser un gran comunicador, el candidato consiguió transmitir su mensaje de campaña en los debates, demostrar dominio sobre los temas de Estado y salir airoso de los ataques. Los debates de la última semana de mayo y los realizados en junio lo mostraron mejor preparado que Mockus. El “Toconsan” (Todos contra Santos) terminó favoreciéndolo.

10. Gran Acuerdo de Unidad Nacional: Mientras Mockus optó por marginar a los dirigentes políticos y hacer una campaña confiado en sus propias fuerzas, Santos únicamente vetó al PIN y abrió las puertas a todos los demás candidatos, partidos y organizaciones ciudadanas. Esto permitió que la casi totalidad de los fuerzas políticas se subieran a su bus.

Finalmente, a pesar de los meritos de Santos y su campaña, tal vez fue más decisiva la ineptitud de los verdes. A finales de abril las encuestas registraban que su ritmo de crecimiento era tal que Mockus podía ser elegido en primera vuelta. No fue la supuesta guerra sucia que nunca existió, sino los errores y horrores del candidato y su campaña, la falta de mensaje claro, su pésima estrategia y un lamentable equipo asesor, el que llevaron a su hundimiento. Mockus no cometió más errores porque no le alcanzó el tiempo.

*Analista político. Profesor de la Universidad del Rosario.

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