miércoles, noviembre 07, 2012

La PAZ en Europa



BERLÍN. Durante esta semana he estado conversando sobre derechos humanos, seguridad y paz con funcionarios de la UE,  la ONU e integrantes del parlamento europeo y del alemán. También con miembros del gobierno de Angela Merkel. Es interesante la expectativa, al igual que la cautela, respecto al proceso de paz.  Existe además un reconocimiento general sobre los avances en materia de seguridad y respeto a los derechos humanos conseguidos desde 2002, aunque inquietud por el aumento de las acciones de violencia.

No hay duda sobre la solidaridad con Colombia y el deseo de que el actual proceso concluya con el fin del terrorismo, al igual que lo queremos todos los colombianos, eso sí, no a cualquier precio.

Pero, si bien esto es así, genera preocupación que se desconozcan los estandares internacionales de justicia y de respeto a los  derechos de las víctimas, lo cual ocurriría si el gobierno y las FARC insisten en un acuerdo basado en impunidad y en no permitir el acceso a los tribunales a las víctimas de crímenes de guerra y de lesa humanidad que no sean seleccionados para ser investigados judicialmente, situación en la que se les priva de acciones judiciales para reclamar sus derechos.

Inquieta mucho, dada la gravedad de las atrocidades,  que con la reforma constitucional Marco Jurídico para la Paz perpetradores, sean de grupos subversivos, las AUC o agentes estatales, no sean investigados, juzgados y condenados penalmente, sino que terminen sancionados con trabajo comunitario o con la obligación de brindar excusas públicas.Lo dijeron algunos de nuestros interlocutores: "los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles"

Es evidente en las múltiples reuniones que no existe posibilidad de que las FARC sean excluidas de la lista de organizaciones terroristas de la UE. Muchos no entienden como hablan de paz mientras masacran policías o atentan con los ciudadanos, como ocurrió en el municipio de Pradera, la semana pasada. Esa solicitud de Timochenko y Márquez para ganar legitimidad política no será posible, menos mientras insistan en  la violencia y en no deponer las armas.

Las FARC necesitan mucho más que discursos, comunicados y ruedas de prensa para generar credibilidad en Europa y cambiar la justa imagen de criminales. Con las bombas que ponen todos los días ratifican su condición terrorista. Esta Europa es la de la paz de perpetua de Kant, pero también la del derecho internacional, la CPI, la lucha contra la violación de los derechos humanos y que propugna por la justicia.

En fin, nuestro mensaje ha sido claro: Colombia quiere paz, pero paz justa: sin impunidad, ni elegibilidad para criminales de lesa humanidad y de guerra. Una paz sostenible política y jurídicamente, que cumpla con los estandares internacionales de justicia y de respeto a los derechos de las víctimas.


  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario