¿LAS FARC DIVIDIDAS?

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Asesinato de 6 policías la semana pasada en el norte del Cauca

RAFAEL GUARÍN

BRUSELAS. Publicó una entrevista al senador Carlos Ramiro Chavarro el diario La Nación del Huila. El legislador hace una pregunta que cada vez es más insistente y que ni el gobierno del Presidente Santos, ni los negociadores de las FARC han respondido directamente: ¿Está el bloque sur incluido en el proceso de paz?

Si bien Iván Márquez en la rueda de prensa en Oslo subrayó que las FARC están cohesionadas, lo cierto es que crecen los interrogantes sobre si esa es la realidad o si, por el contrario, nos encontramos ante un aparato fragmentado donde una facción tomó la decisión de negociar con el gobierno, mientras que las estructuras criminales más vinculadas al narcotráfico se resisten a cualquier proceso de paz.

Esto último supondría diversos escenarios que dada la información disponible no dejan de ser especulación.

Por ejemplo, en la hipótesis de una división interna un sector de las FARC desearía realmente desmovilizarse y la retórica actual se orientaría a legitimar una salida lo más digna posible. Eso únicamente puede desembocar en  una división irremediable del aparato armado.

Pero, en realidad, en ese posibilidad ¿cuántos miembros de las FARC se quedarían en la acción violenta? 

¿Es plausible afirmar que finaliza el conflicto si un importante grupo decide continuar con la violencia, como lo es el bloque sur y la estructura Teófilo Forero? Tales estructuras sumadas pueden superar sin inconveniente el número de integrantes que tenía las FARC en 1982, cuando el gobierno de Belisario Betancur decidió iniciar el primer proceso de paz.

No se puede descartar ningún escenario y el gobierno bajo la ilusión de la paz no debe permitirse caer en maniobras de engaño de los terroristas. Su tarea es prever lo peor y estar preparado para que no ocurra. 

Quizás no hay tal división por el narcotráfico que algunos sugieren. Empero, quizás sí hay una división pero pactada como estrategia para legalizar un sector de FARC que se dedique a utilizar los mecanismos constitucionales para imponer la revolución bolivariana a través de las urnas, con el generoso apoyo financiero de Hugo Chávez, mientras otro sector clave, en amplios territorios del sur del país, conserva su estructura armada, el control del narcotráfico, las redes de milicias, el PC3 y las bases sociales de apoyo construídas durante décadas, con el fin de tener una especie de seguro. 

Estaríamos (y repito, hay que prever lo peor) en ese evento evento ante la aplicación, una vez más, de la vieja fórmula de la combinación de todas las formas de lucha. 

O simplemente, todo hace parte de la estrategia de comunicación dentro del proceso para obligar al gobierno a ser aún más generoso con el fin de seducir a los sectores más duros de la organización.

Hay que esperar a que el proceso avance para conocer hasta dónde Timochenko y Márquez si representan lo que dicen en términos del aparato violento. 

Ante la existencia de una división, suponiendo que al menos un sector decidiera abandonar las armas y el crimen, el proceso de paz desmovilizará a lo sumo a esa facción que será una disidencia. !Sí, una disidencia! Pues los demás preferirán continuar traficando y masacrando a los colombianos con la bandera de Manuel Marulanda y con la misma sigla. Dirán que la desmovilización es cobardía y traición. Las FARC no se habrán acabado sino que iniciarán un nuevo periodo, así el gobierno quiera hacernos creer que desaparecieron y que la paz llegó a Colombia.

Eso, siendo optimista, ya que la ampliación de la agenda de forma unilateral por las FARC para volver a darle los alcances del Caguán lo que hace pensar es que el grupo terrorista está cohesionado para conseguir su propósito: sentarse a dialogar pero no a negociar su desmovilización y abandono de las armas. Una cosa que hemos advertido y que de ser cierta significaría un avance estratégico para Timochenko y un brutal retroceso en seguridad para Colombia, pues su costo ha sido repudiar la Seguridad Democrática que tanto venía sirviendo para dar paz a los ciudadanos a través del logro de la seguridad.

El texto de la entrevista publicada por La Nación es el siguiente:

¿Las Farc le hacen ‘conejo’ al Gobierno?

Noviembre 4, 2012 a las 12:07 am

El senador huilense Carlos Ramiro Chávarro, hizo una denuncia que aún no es desmentida por el Gobierno Nacional. Las Farc no están unidas en la mesa de diálogos o por lo menos el Bloque Sur no está representado por ninguno de los actuales negociadores del grupo guerrillero qué está en Cuba.

Nelson Rojas Osorio

LA NACIÓN. NEIVA

Carlos Ramiro Chavarro, senador y líder político conservador del Huila

El grupo guerrillero que generó pánico y terror en tierras del Huila y Caquetá en el proceso de paz que se adelantó en el Caguán y denominado el comando Élite de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc; y definido como la Columna Teófilo Forero, no estaría involucrado en el actual proceso de negociación que se reiniciará en Cuba.

Así lo denunció el senador huilense Carlos Ramiro Chávarro, quien ha venido solicitándole tanto al Gobierno Nacional, como al grupo guerrillero que expresen públicamente sí el Bloque Sur de dicha organización subversiva responden todavía a la estructura de mando de los negociadores que tiene el grupo insurgente en La Habana, Cuba.

En entrevista con LA NACIÓN, Carlos Ramiro expresó que los delegados de las Farc vienen de ‘pasarla bueno’ en países extranjeros como Cuba, Venezuela y Europa y que no están representando al Bloque Sur que ha orientado sus acciones en los últimos años en el desarrollo del narcotráfico.

“Si mañana nos dicen que las Farc se desmovilizan pero que la Teófilo no entra en ese plan, la paz para regiones como Huila y Caquetá, quedaría en veremos”, expresó el congresista conservador.

La entrevista

¿De dónde sustenta usted que la columna Teófilo Forero y el Bloque Sur no están incluidos en el proceso de paz con las Farc?

Yo no estoy diciendo que no estén, lo que dije en la plenaria del Senado es que quiero pedirle a nuestros negociadores, en este caso el doctor Humberto De la Calle y le seguiré pidiendo, es que nos digan sí Pablo Catatumbo está incluido en esa negociación, que nos digan si Hernán Darío Velásquez, alias El Paisa esta metido en esa negociación y lo mismo Joaquín Gómez. Lo que quiero decir es que sí mañana hay desmovilización, queremos saber si el Bloque Sur de las Farc se va a desmovilizar, si la Teófilo Forero se va a desmovilizar y sobre todo si van a dejar la actividad narcotraficante, porque de lo contrario, este proceso de paz no me huele bien.

¿Pero las Farc no podrían hablar de sentarse a negociar si su columna vital no está bajo su mando, eso seria muy evidente?

Claro, pero que tal la paz sin la Teófilo Forero incluida, eso no sería paz, sería simplemente una negociación con unos jefes guerrilleros que no viven en Colombia y que estaban tomando whisky en otros países como Venezuela, Cuba y Europa y que vinieron acá a Colombia para legalizar sus platas, que quieren legalizar su actividad terrorista para incorporarse a la vida civil. Yo sé que en la paz hay que ceder, pero yo a nombre de miles de ciudadanos del sur del país, lo que pido es que hagan una declaración los negociadores donde afirmen si, acá está incluido el Bloque Sur de las Farc.

¿Se asegura que los actuales negociadores de las Farc son de una edad avanzada que esperan lograr una salida para acomodarse a la vida civil?

Yo soy uno de los que creo que aun existiendo un proceso exitoso con las Farc, van a quedar unos reductos que no se van a incorporar a  la vida civil de este país y se van a convertir en bandas criminales. Una cosa importante será que se acabe la chapa o el título de las Farc. Eso es ya muy importante porque eso tendría unas implicaciones de apoyo internacional, de financiación del narcotráfico, el secuestro y el terrorismo, pero acabada esa chapa, quedarán pequeñas organizaciones, que serán bandas criminales y será más fácil combatirlas. Pero que esa pequeña banda criminal se llame la columna Teófilo Forero o el Bloque sur de las Farc, esa no es una banda criminal pequeña, eso es el 50 por ciento de la estructura militar o más de las Farc y esos son otros 200 pesos que hay que aclarar.

¿El Marco para la Paz quedó firmado supuestamente para que lo líderes principales no puedan hacer política y eso será lo primero que pedirán las Farc en Cuba?

Eso hay que garantizarlo. Hay que hacer algunas revisiones en el Marco para la Paz, para un eventual proceso. Las Farc van a solicitar algunas cosas, el gobierno va a solicitar otras, en alguna reglamentación vía Ley, vía Constitución y por eso se habla de un eventual proceso de constituyente en lo que pudiera terminar ese proceso de paz. Pero claro la definición puntual de  que ellos puedan hacer política traerá implícitas muchas cosas.

¿Incluso, el Congreso podría terminar cerrado?

Hay un interés superior del país por el tema de la paz. Y si para hacer la paz en Colombia tiene el Congreso que cambiar su destino actual, como que sea revocado o que el Senado y la Cámara se conviertan en una entidad unicameral; yo creo que el precio de la Paz es más importante que un Congreso  al que le falta poco  más de un año de vigencia.

Igual podría ocurrir con la actual agenda que se trata en el Congreso. ¿Podrían quedar fuera de contexto muchas leyes, ante las posibles conclusiones de la mesa de diálogos?

Eso tampoco será de la noche a la mañana. Si el proceso se firma en un tiempo récord, no será en menos de seis meses y seguramente el Gobierno tendrá que priorizar las leyes para que se evacúen rápidamente, como cuando yo  marque la implementación del TLC en 15 días.

Van apenas unas semanas de diálogos y las Farc están recrudeciendo sus acciones en todo  el país. ¿No será necesario un cese al fuego?

Yo le digo una cosa, es natural que las Farc emprendan acciones militares más fuertes y se van a intensificar seguramente. Lo mismo que debe hacer el Gobierno y los dos lo hacen para vigorizarse en la negociación. Lo que se debe hacer ante estas arremetidas del Gobierno es que el Ejército y la Policía deben ajustar sus acciones. Acá en Colombia las Farc han declarado objetivo militar a todos los colombianos y porque estén dialogando no van a parar. Es de suma necesidad que las fuerzas del gobierno les puedan ofrecer las garantías de seguridad a todos los colombianos así como a las diferentes instituciones que sostienen la democracia.