Imágenes del noticiero 90 minutos.
RAFAEL GUARÍN
Esta mañana acepté una invitación que me hizo el periodista Jairo Pulgarín al noticiero de Radio Santafe. Entrevistamos al alcalde de Pradera, Adolfo Escobar, sobre el atentado de la noche del 31 de octubre en su municipio.
Mientras en algunos medios se quiso reducir la importancia al bárbaro atentado, que produjo 39 heridos, entre ellos 14 niños, uno de los cuales sigue con diagnóstico reservado, el alcalde reveló que la bomba estalló cuando era transportada por los criminales, pero que su objetivo era un evento en el cual se congregaban más de 5000 niños. !Gravísimo!
Según el mandatario:
"Pues encontramos que reductos de esas bandas vienen a ser contratados por la subversión y eso nos preocupa porque son incetivados con dinero, no importa el daño que le vayan a hacer a la población, incusive, pues, se atrevieron a atentar contra lo más preciado de la sociedad que son los niños.
Había sido gravísimo que ese petardo hubiera estallado donde creemos que pensaban colocarlo, que era debajo de una tarima pegada a la cual habia 5000 niños, por lo menos, estaba unos soldados animando encima de ella, estaba yo como alcalde, mi familia completa, mis hijas, mi esposa y parte del gabinete.
Y, pues, es una, es una intencionalidad gravísima. Pudo haber sido peor la situación, pero igual cuestionable, condenable, porque es que ya no le simporta los niños. Hasta el más despreciable delincuente se le escuchaba decir que los niós eran el futuro de Colombia. No se estas personas que tienen en la mente".
Escuche las declaraciones del alcalde: Haga click.
El alcalde ratificó además que la escalada violenta, en su opinión, obedece al inicio de negociaciones en Cuba entre las FARC y el gobierno y a la necesidad de ese grupo de mostrar fortaleza. Y que esa fue la conclusión a la que llegó el Consejo de Seguridad efectuado luego del atentado. No le hace falta razón al alcalde. Lea ¿Cómo se articulan las bombas y asesinatos con la Mesa en Cuba?
Ningún bien hace pretender disimular la gravedad de las acciones que está adelantando las estructuras criminales de las FARC en diferentes zonas del país. Lo que se debe hacer es lo contrario. Que el país las conozca en su verdadera dimensión y se manifieste la condena absoluta a la violencia como medio de acción política.
La legitimidad y el respaldo al proceso de paz no se debe derivar de enganar a los ciudadanos no informando de los actos terroristas, tampoco de validar a las FARC como un grupo político que tiene una causa justa. La legitimidad del proceso, que tanto preocupa al gobierno, se debe derivar de su transparencia, la voluntad de abandonar la violencia por parte de los criminales y del respeto absoluto a los derechos de las víctimas.
El no registro en medios de comunicación de los actos violentos de las FARC lo único que hace es empujar el escalonamiento de las acciones, con el fin de que sean registradas en las noticias. No es interfiriendo la labor de los periodistas que el gobierna logra controlar los actos terroristas, es elevando la eficiencia de la fuerza pública, negándoles legitimidad y manteniendo una sociedad cohesionada contra el crimen.
El camino a la paz para las FARC es el del asesinato y la masacre. Presidente Santos: con todo respeto, ¿qué mas pruebas necesita?
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