*RAFAEL GUARÍN
Publicado en Revista Semana. 1 de febrero de 2013.
El caso de los dos policías en el
Valle del Cauca ha generado una ola de indignación y conseguido que el Gobierno
Nacional pose de duro, condenando retóricamente el hecho. El Presidente Santos
olvida que decidió adelantar el proceso de paz a pesar de que las FARC, si bien
anunciaron que abandonarían el secuestro extorsivo (cuestión que no han cumplido),
advirtieron que seguirían secuestrando miembros de la fuerza pública.
En múltiples oportunidades el
grupo dejó claro que continuaría esa práctica, así que no venga ahora el
gobierno a simular sorpresa. Solo dos ejemplos: en enero de 2012, cuando ya se adelantaban
conversaciones con las FARC, Iván Márquez señaló: “mientras persista la
confrontación el canje de prisioneros de guerra debe elevarse a norma
constitucional que obligue al Estado”.
Meses después, antes del anuncio
de que el proceso de paz estaba en marcha, alias Fabián Ramírez dijo: “!Lo que
hemos dicho y lo repetimos es que nosotros no volvemos a hacer secuestros con
fines económicos! ¡Entiéndase bien! ¡Con fines económicos! Pero si un soldado
cae en combate eso no se llama ningún secuestro, es un prisionero!” Además, resaltó
que continuaran con el secuestro de políticos a los que califica de corruptos.
Pero a Santos nada de esto le pareció grave, sino tolerable.
A eso debe agregarse que las FARC
siguen raptando niños para enrolarlos en sus filas, enseñarlos a matar y
utilizarlos en algunos casos como esclavos sexuales.
En esas modalidades de secuestro persiste
la guerrilla y el gobierno lo ha sabido siempre. ¿Por qué ahora viene a hablar
duro cuando cometió el grave error de iniciar el proceso de paz no obstante que
FARC ratificó su voluntad de seguir perpetrándolos?
Esto es consecuencia de los
errores del gobierno. Santos se equivocó al hacer aprobar el marco jurídico
para la paz con el fin de garantizar impunidad a las FARC respecto a sus
crímenes, pasados, presentes y futuros. ¿Si tienen asegurada
constitucionalmente la impunidad, por qué detener el delito?
Otro grave problema es que el
gobierno buscó a las FARC para un nuevo proceso de paz sin que mediara en el
grupo terrorista la decisión previa de abandonar la violencia. El mismo error
de los gobiernos Betancur y Pastrana: pretender convencer a la guerrilla en la
mesa, cuando está empecinada en continuar su plan estratégico y la acción
armada.
El secuestro de los policías, la absurda
reivindicación de las FARC de que tienen derecho a secuestrar a miembros de la
fuerza pública y la exigencia de un “tratado de regulación de la guerra”, dejan
claras las cosas: las FARC no tienen ninguna voluntad de paz, sino de utilizar
la paz como bandera para engañar a los colombianos y fortalecerse nuevamente.
¡Ahora, la cosa puede ser peor! Una
fuente de entera credibilidad me informó que las FARC secuestró a un soldado
campesino en el ataque del miércoles en la noche del frente 29 en el municipio
de Sánchez, Nariño, que dejó 4 integrantes del Ejército asesinados y 2 más
heridos.
Tal acción se efectuó por “pisa suaves”,
unidades especiales entrenadas para ataques nocturnos, y consistió en aplicar
la técnica de avasallamiento empleada antes en Centro América y Vietnam.
Pregunto al gobierno:
¿Es cierto que en comunicación
entre Alberto Ramírez Rosas, alias “Aldemar”, máximo cabecilla del Frente
29 de las FARC, con alias “Gaspar” cabecilla de estructura que delinque en zona
cercana al municipio de Policarpa, Nariño, se reporta el ataque y el asesinato
de los soldados?
¿Es cierto que en dicha
comunicación afirman que en el ataque secuestraron al soldado campesino Álvarez
Meneses Josué, al cual califican de “prisionero de guerra”?
¿Es cierto que también reportan
el material de guerra quitado a la patrulla del Ejército?
¿Es cierto q en dicha
comunicación se habla de que Unidades del Bloque Occidente Comandante Alfonso
Cano fueron las responsable del asalto y del secuestro?
¿Es cierto que la interceptación
de dicha comunicación la tienen los organismos de inteligencia de la Policía
Nacional, la Armada y el Ejército?
¿Y por qué, presidente Santos, si
ustedes conocen esto no lo han dado a conocer a la opinión pública? ¿Por qué lo
ocultan?
El gobierno no debe seguir
admitiendo que las FARC sigan con la decisión de realizar acciones criminales,
despliegue de atentados terroristas y secuestro contra policías, militares,
políticos y niños, mientras utilizan La Habana como plataforma de propaganda y
legitimación. En nombre del proceso de paz no se pueden avalar tales crímenes.
*Exviceministro de Defensa
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