Foto: Rafael Guarín. Sur de Colombia. |
Las FARC están apostando duro en la Mesa de La Habana ante un gobierno con afán electoral. Juegan a continuar la realización de lo que denominaron en los años noventa un "Estado en gestación".
Ha trascendido en los medios que proponen que las zonas de reserva campesina se extiendan hasta alcanzar 9 millones de hectéras. Actualmente cuenta con cerca de 900 mil.
Pero la información es incompleta. FARC pretende además que 7 millones de hectareas se agreguen bajo la figura de zonas de producción campesina.
En total 16 millones de hectáreas que quieren que se les otorgue un trato constitucional similar al de los territorios indígenas y que tengan "autonomía política, administrativa, económica, social, ambiental y cultural, y en la administración de justicia a través de los mecanismos de la justicia comunitaria".
"La autonomía se comprende en términos de la capacidad de autogobierno, autogestión y autodeterminación".
Las formas de propiedad en las zonas de reserva será "individual, asociativa y comunitaria".
El titular de la propiedad será "la respectiva organización campesina, única facultada para solicitar su reconocimiento y creación; es decir, su formalización, mediante simple manifestación de voluntad".
Además plantean la creación de Zonas de Producción Campesina de Alimentos, en una extensión territorial no inferior a 7 millones de hectáreas".
"Las zonas se crearán con tierras redistribuidas de latifundios improductivos, ociosos o inadecuadamente explotados, expropiadas al narcotráfico, obtenidas ilícitamente mediante el ejercicio de la violencia, baldías, restituidas a los campesinos, o de minifundios" .
Eso sí, ambas figuras deben ser financiadas por el Estado colombiano, es decir, por los impuestos de todos lo ciudadanos.
FARC avanzan y el gobierno Santos peligrosamente entró en ese juego.
El análisis del alcance de estas propuestas lo haré en una próxima columna.
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