martes, mayo 08, 2012

UN CAGÚAN EN LA LEY PENAL

Publicado en El Nuevo Herald de Miami el 2 de mayo de 2012
*RAFAEL GUARÍN
Mientras la justicia penal internacional acaba de condenar a Charles Taylor y Thomas Lubanga por crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en Sierra Leona y el Congo, en Colombia la mayoría de tales crímenes gozarán de impunidad si se aprueba el Marco Jurídico para la Paz. Los integrantes de FARC, ELN, AUC, así como aquellos miembros de la fuerza pública que deshonran la institución militar y policial al violar los derechos humanos, tendrán garantizado que sus atrocidades pasadas, presentes y futuras estarán cobijadas por la impunidad. ¡Leyó bien! ¡Las aún no cometidas también!



La iniciativa busca dar base constitucional a instrumentos de justicia transicional con la finalidad de “facilitar la terminación del conflicto armado interno y el logro de la paz estable y duradera”.  Para eso consagra un “criterio de selección” de casos en virtud del cual crímenes de lesa humanidad no elegidos se beneficiaran de la renuncia del Estado a la persecución penal. Es decir, sus autores no serían investigados judicialmente, ni tendrían penas de prisión. Adicionalmente, permite que se suspenda la ejecución de la pena a quienes ya están condenados por tales crímenes, lo que significa excarcelación.
En la práctica los ejecutores materiales de la masacre de 11 militares en Arauca, en marzo pasado, de reclutamiento de niños de 12 años para la guerra o de violaciones de mujeres, no serían jamás investigados por la Fiscalía General de la Nación, tampoco quienes atacan de otras múltiples formas a la población civil, pues sólo los más responsables de los crímenes, quienes dirigen su realización o los han cometido con extraordinaria frecuencia, serían objeto de acción judicial.
Colombia va en contravía. Hay consenso global en que el fin de la impunidad para los perpetradores de crímenes de lesa humanidad es lo que contribuye a prevenir nuevas atrocidades y a la paz, mientras la impunidad estimula su repetición. Aprobar ese marco jurídico contribuye a crear un ambiente favorable a la impunidad, que se traducirá inexorablemente en más violaciones a los derechos humanos. En vez de contribuir al respeto a la dignidad humana y a la paz, servirá para agravar su situación y que continúe la violencia.
Es una reforma constitucional equivocada. Se diseña como instrumento de apaciguamiento y de renuncia a someter a la justicia a los criminales, ante un hipotético proceso de paz. Para las FARC, que está arreciando con actos terroristas, el ofrecimiento de impunidad a cambio de nada solo puede percibirlo como legitimidad de sus acciones, tratamiento especial frente a la demás delincuencia, exitoso avance en sus planes, debilidad e impotencia del Estado y claudicación de la voluntad de combatirla. Con todo respeto: ¡Es una especie de zona de despeje del Caguán pero en la ley Penal!
Al respecto, José Miguel Vivanco de Human de Rights Watch tiene toda la razón cuando señala que el “derecho internacional no permite amnistías frente a graves violaciones de derechos humanos” y al denunciar que “el juzgamiento pasaría a convertirse en un teatro en el mejor de los casos”. Es decir, en una gran mentira.
Finalmente, la criticada ley de Justicia y Paz consagró una pena de máximo ocho años de prisión para quienes cometieron crímenes de lesa humanidad, sin discriminar si se trataba de terroristas de las AUC, FARC o ELN. A muchos nos parece que es poco tiempo, pero lo que hoy se pretende aprobar es cero días de cárcel para la casi totalidad de perpetradores. Además de desconocer el derecho subjetivo de las víctimas a que estos sean investigados y sancionados penalmente, el Marco Jurídico abre las puertas a la plena competencia de la Corte Penal Internacional.
No hay duda de la necesidad de adoptar normas de justicia transicional una vez las FARC y el ELN decidan abandonar la violencia, pero no antes. Cada cosa tiene su momento. Cuando llegue, el país deberá hacer un debate nacional sobre el alcance de las mismas y asegurar que cumplan con los estándares internacionales. Por ahora no son necesarias, oportunas, convenientes, ni útiles.
Nota: Fiesta en la cárcel Picota: Ha pasado inadvertido que la renuncia a la acción penal, el cese de procesos y la excarcelación se aplicará a Farcpolíticos pero también a Parapolíticos.
*Ex viceministro de Defensa de Colombia  Twitter @RafaGuarin

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