viernes, diciembre 28, 2012

CARTA A MIS HÉROES DE LA PATRIA. Tatiana Cabello


Foto: www.ejercito.mil.co

Por Tatiana Cabello Flórez
Diario El Heraldo, Barranquilla

Diciembre de 2012

Solo hay silencio, oscuridad y unos ojos atentos que no descansan mientras prestan guardia. No hay a quién abrazar, ni buñuelos, ni natilla, y mucho menos a quién decirle “te quiero, feliz Navidad”. Y a pesar de vigilar sin descanso, de estar con todos los sentidos alerta, en el corazón de ese soldado colombiano hay cierta nostalgia.


Es inevitable que los recuerdos de su casa, de sus papás, de aquella novia amorosa –con la que pudo hablar temprano – y de sus amigos de toda la vida se apoderen por un momento de su mente. Ese tamal a la medianoche no va a llegar, ni esa copita para brindar, ni los regalos para abrir. La realidad es otra.

Él, como otros jóvenes, decidió que quería ser un héroe, que quería defender a su país, que iba a consagrar su vida a las Fuerzas Militares. Y así lo hizo. El sacrificio es alto y cada día lo entiende más y lo acepta más.

Por ejemplo, ya sabe que los cumpleaños de la familia y los propios no se celebran cuando quiere sino cuando puede. Así como el Día de la Madre y del Padre, y las fechas especiales como esta. Sin embargo, la Navidad no deja de ser dura, pues los sentimientos afloran en la piel y, sobre todo, cuando se mezclan con esos recuerdos de la infancia.

Pero todo esto vale la pena. Es su aporte a un país que necesita y merece vivir en paz, después de tantos años de sufrimiento. Además, ¿cómo no sentirse feliz con su trabajo cuando la gente los mira y se siente segura? ¿Cómo no sentirse feliz cuando los niños ven en él un modelo y sueñan con seguir sus pasos? ¿Cómo no sentirse feliz si su trabajo les permite a otros reunirse en Navidad?

Esa es su entrega y su misión: velar por la tranquilidad de un país, hacer de Colombia un país en paz.

Ya casi amanece. Los primeros rayos del sol anuncian que su turno terminó y es hora de ir a descansar. Todos han celebrado la Navidad tranquilamente gracias a su trabajo. ¡Misión cumplida!

Hoy, a todos los soldados colombianos les quiero decir ¡gracias! Su entrega diaria y su esfuerzo son fundamentales para nuestro país. Es por eso que les dediqué mi columna porque me siento muy orgullosa de ustedes y de su gran amor a la patria. No es fácil hacer lo que hacen, y mucho menos entregar su tiempo y su vida.

¡Feliz Navidad!, donde quiera que estén: en el frío, el calor, la selva, la ciudad, la montaña. Hasta allá mi más afectuoso saludo. Por si acaso: ¿Tendremos proceso de paz? Qué dolor que sea al costo de los inocentes y de nuestros héroes; la guerrilla sigue atacando a la población.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario