Vea el video donde Santos dice: Presidente Uribe "gracias por el legado y entregarme la posta"
RAFAEL GUARÍN
Publicado en www.kienyke.com
25 de febrero de 2012
La encuesta de DATEXCO generó cambios
repentinos en el discurso del Presidente. No es para menos: los resultados
muestran que un 47,30% de los encuestados tiene una imagen favorable de Santos,
el 51,09% considera que el “país va por mal camino y el 60.48% no están de
acuerdo con que prolongue su mandato con una nueva reelección.
Conclusión en la Casa de Nariño: La reelección es
inviable a menos que... a menos que se corrijan los puntos que están
causando la debacle.
Punto seguido, salió el mandatario, al día
siguiente, a anunciar el fortalecimiento de la presencia de la Armada Nacional
en el mar que hoy es objeto de despojo por decisión de la Corte Internacional
de Justicia. Y subió la voz: haré respetar “!pase lo que pase!”… (¡sí! !Leyó
bien! “!Pase lo que pase!”) … los derechos de los pescadores.
Era otra vez más el Santos simulador, el que dijo
hace unos meses que era de "mano de hierro" para defender los
intereses de Colombia, mientras convenía con el gobierno nicaragüense la
entrega del territorio.
¿Por qué ese afán? Elemental. Las encuestas en el
palacio presidencial reflejan que los electores están insatisfechos con la
postura de Santos frente al despojo de cerca de 100 km cuadrados de mar
colombiano.
¿Qué ocurrió al día siguiente?
Raudo salió hacia San Vicente del Caguán y se
despachó contra las FARC. Dijo lo que varios hemos denunciado desde hace mucho
tiempo pero que parece que el presidente apenas se entera. Señaló que el grupo
guerrillero era un gran despojador en el sur del país. Igual, subió la voz,
posó, frunció el ceño para que le creyeran y espetó: "El Mono Jojoy tenía
130 mil hectáreas".
¿Por qué la dureza retórica contra las FARC,
después de defender que no secuestraban, que había que creerles y que
cumplieron el cese unilateral de hostilidades, todas estas expresiones del
Presidente Santos?
Nuevamente: el maravilloso cambio lo lograron las
encuestas.
El proceso de paz y la escalada terrorista (que el
gobierno dice que es de papel) está acabando la capacidad de maniobra electoral
de Santos.
“Resultado de la operación”: cambiar rápidamente de
discurso, simular que se es de mano de hierro, levantar la voz, posar de duro,
asumir el discurso uribista (así sea por un momento) y estar dispuesto a hacer
lo que sea, literalmente lo que sea, para evitar la hecatombe.
Si las encuestas no cambian, Santos va a levantarse
de la mesa en La Habana. No lo hará porque el grupo terrorista sigan masacrando
policías y soldados, menos porque continúe raptando niños para la guerra,
traficando coca, extorsionando o poniendo bombas, pues todo eso para el
mandatario son reglas pactadas para adelantar el proceso, sino por el afán
electoral puede hasta llevarlo a montar una mini crisis con Nicaragua.
Santos es Santos y cree, más que cualquier otro
político que haya parido el suelo colombiano, que la clave está en simular y
parecer. No le importa haber defendido la legitimidad de las FARC y su carácter
de voceras de los campesinos despojados y sin tierra, tampoco acordar con ellas
una agenda donde las pretende como reformadoras del campo, para ahora salir a
decir que son terratenientes y despojadoras.
No le importa haber dicho a Ortega que acataría el
fallo, que el mismo calificó de injusto, al tiempo que procurar presentarse
firme en la defensa de los intereses del país.
En fin, la metamorfosis de Santos continúa. Es
infinita. Con él nunca se sabe o más bien siempre se sabe que no es sincero ni
auténtico. Abrazó la Seguridad Democrática y agradeció “el legado de Uribe” para
ser elegido, pero gobierna con el fatal discurso de Belisario Betancur y Andrés
Pastrana. Ahora querrá, para reelegirse, volver al discurso uribista.
Lo importante de todo esto es que los ciudadanos no
son bobos, no tragan entero y ya conocen a Santos.
Lea:
La paz se salva, Presidente... Carta de ciudadanos al Presidente Santos sobre el proceso de paz
Lea:
La paz se salva, Presidente... Carta de ciudadanos al Presidente Santos sobre el proceso de paz
cinico y calculador, pero mas que todo un falso que juega sin escrupulos, para obtener gloria personal algo que jamas tendra y que siemmpre envidiara de Alvaro Uribe Velez. Es cuestion de apreciacion geografica sin dilucidar en cuestiones sociologicas y regionales. Santos solo mira su patria chica (Bogota) y piensa como tal, que el resto de Colombia sumergida en un lento desarrollo en la que se etiqueta de "provincia" caribe, valluna, santandereana, isleña, tolimense, opita, paisa, entre muchas mas que forman la arquitectura de esta patria multicultural. Su idiosincracia se proyecta en su esencia fria y descarada, donde aprovecha el cruel oportunismo de explotar su envidia de aquellos que poseen mayor capacidad de vision estatal y liderazgo, de sentido verdadero de pertenencia, porque su aptitud personal no le permite mezclarse con la sociedad popular, el comun y corriente de la gente, pero que solo corre a sus brazos cuando la necesidad electoral lo exige, acudiendo a un traje que no es el suyo. Disfrazado entre libretos copiados de quien, con esfuerzo y sacrificio, (dignos de la propia idiosincracia antioqueña)ha superado la etiqueta del Presidente de cocktail, alejado de la calle, para convertirse en un ciudadano de a pie. A que juega el señor Santos? cuando su estirpe natural oligarca, solo limita su actuar al saludo hipocrita entre sus aduladores, reflejando palabras de nobleza para el terrorismo, defiendo asi su perfido discurso, haciendo gala del hilo de los Pastranas y Samperes, con mismo foco de luz opaca, tras lucidez de oligarquia bogotana, que con sus dotes de vanidad y eitqueta, siempre han dejado al pais sumido en una discordia y disyuntivas emocionales.
ResponderBorrar@juanpy64