Foto tomada de www.elpais,com.co Explosiones en Cali. 31 de agosto de 2012
RAFAEL GUARÍN
La Policía descartó rápidamente que dos bombas de bajo poder en Cali, que dejaron 8 heridos, hayan sido detonadas por las FARC en la mañana de hoy.
Qué pena pero como ciudadano me hago estás preguntas:
¿Qué elementos tiene la Policía para negar que sea ese grupo terrorista el responsable, cuando todos los antecedentes demuestran la existencia de planes permanentes de las FARC para atentar contra esa ciudad?
¿Cuál es el afán de negar la hipótesis que por lógica y antecedentes debe ser la primera? ¿Con base en qué lo hacen? ¿Es posible descartarla de manera inmediata, aún sin comenzar la investigación?
A pesar de los antecedentes, repito, no consideran siquiera esa hipótesis sino que la desechan por completo. Es todo lo contrario a lo que un prudente investigador debe hacer.
Sé que nuestros organismos de investigación y aquellos que realizan actividades de inteligencia en Cali son muy profesionales y nada ineptos. ¿Entonces, por qué lo hacen?
¿Es una orden del Gobierno Nacional negar la autoría de las FARC de atentados para proteger el diálogo con los terroristas?
¿Eso coincide con la estrategia de invisibilización del deterioro del orden público promoviendo autocensura en los medios de comunicación?
¿Está relacionado con el hecho de que los medios de comunicación no hayan informado debidamente, como es su deber, sobre el atentado esta madrugada en Popayán, con una bomba de 70 kilos que afectó a 100 casas?
Según COLPRENSA unos 400 habitantes de la zona pasaron la noche sobre los andenes, temerosos de que se presentaran nuevos ataques.
¿Estamos ante una política de ocultamiento sistemático de los actos terroristas de las FARC?
Lo que no debe hacer el Gobierno es ocultar o disimular los actos terroristas, tampoco proteger la imagen de las FARC.
El terrorismo es una estrategia de comunicación, es cierto, pero no se controla callando a los medios y engañando a los ciudadanos. Los medios deben informar, es su obligación y derecho, pero deben hacerlo sin caer en lo que buscan los terroristas: que sus actos sean acciones de propaganda y generación de miedo y espanto.
El terrorismo no desaparece porque no se registre en los medios, desaparece por la acción efectiva de la fuerza pública, el rechazo ciudadano y el liderazgo político del gobernante.
Por el contrario, la invisibilización termina convocando a los terroristas a cometer actos aún más crueles e inhumanos que obliguen a su registro por parte de los medios de comunicación.
El rumor da más miedo que la información que emiten los medios.
Lo que debe hacer el Gobierno es denunciar el terrorismo, no taparlo. Y movilizar a los ciudadanos en su contra. Nada de eso hará porque no se quieren alterar los diálogos con el Secretariado de las FARC y porque el Gobierno y el Congreso de Colombia ya les garantizó impunidad a sus crímenes pasados, presentes y futuros con el Marco Jurídico para la Paz.
Los ciudadanos tenemos el derecho a estar bien informados.
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