Publicado en el periódico El Nuevo Herald de Miami el 10 de Octubre de 2012
*RAFAEL GUARÍN
Terminó el proceso electoral en Venezuela. Algunas
reflexiones:
Primero. El 84% de quienes hacen parte
del padrón electoral concurrieron a las urnas. Una cifra histórica, impensable
en la mayoría de países donde los porcentajes son muy inferiores. Esto indica
que el debate entre revolucionarios y contrarrevolucionarios politizó
ampliamente a la sociedad venezolana.
Segundo. El populismo es rentable.
Cabalgando en el despilfarro, al igual que en los recursos del petróleo, Chávez
ha creado una extensa red de asistencialismo y un eficiente sistema
clientelista con el cual controla amplios segmentos de la población.
Tercero. Chávez demostró que amedrantar a los ciudadanos es útil. Dijo que si ganaba la oposición Venezuela enfrentaría una guerra civil. Luego añadió que él era la garantía de la paz y que su triunfo alejaría ese “espanto”. En otras palabras, si no me eligen quedará el camino de la violencia. ¡Nadie quiere la guerra, menos una civil!
Cuarto. La reelección de Chávez permite
la continuidad y profundización de la revolución bolivariana. Renovó el mandato
y la confianza mayoritaria en su política y discurso. No obstante, a diferencia
del pasado, la unidad de la oposición le deja un mensaje claro: no está solo y en
el país se ahonda la división respecto a la plataforma bolivariana. Mejor
dicho, la revolución ganó en las urnas pero está ahora más lejos del consenso
que requiere.
Quinto. Henrique Capriles consiguió apuntalar a la oposición. La elección fue una victoria para Chávez pero un enorme paso para quienes le compiten. El gran respaldo que recibió la unión de la oposición, el estancamiento electoral del teniente coronel y la comprensión de que para ganar se debe conquistar una parte importante de los simpatizantes rojos, muestran que el domingo solo se aplazó la derrota de Chávez y la victoria de la oposición.
Quinto. Henrique Capriles consiguió apuntalar a la oposición. La elección fue una victoria para Chávez pero un enorme paso para quienes le compiten. El gran respaldo que recibió la unión de la oposición, el estancamiento electoral del teniente coronel y la comprensión de que para ganar se debe conquistar una parte importante de los simpatizantes rojos, muestran que el domingo solo se aplazó la derrota de Chávez y la victoria de la oposición.
Sexto. La reelección de Chávez
contribuye a mantener condiciones para la continuidad de gobiernos populistas y
de extrema izquierda en la región. Chávez sabe que su proyecto necesita no sólo
de mayorías en Venezuela sino de un ambiente regional que lo favorezca. No hay
que olvidar que la revolución bolivariana sólo se consolidará si construye un
Bloque Regional de Poder o la llamada Patria Grande.
Séptimo. ¡Cuba está feliz! La caída de
Chávez puede significar la caída de la dictadura de los Castro al precipicio.
Es tal la influencia de Cuba en Venezuela y su dependencia que en el caso de una
victoria de Capriles el problema no eran tanto los militares, sino los cubanos.
La oprobiosa dictadura en Cuba tiene nuevo aliento para persistir.
Octavo. Las FARC, por supuesto, están
de plácemes. Resultaba indispensable para sus planes que el camarada Hugo siguiera
en Miraflores. Eso les garantiza mantener santuarios de protección en
territorio venezolano, tener un gobierno que les da cobertura política, mueve
hilos diplomáticos a su favor y les permite evadir en gran parte la estrategia
del Estado colombiano en su persecución.
Noveno. Juan Manuel Santos también está
de júbilo. Convirtió a Chávez no en su mejor amigo, sino en su aliado
fundamental para garantizar su reelección. Santos depende del proceso de paz,
esto es, de las FARC. Y en ese punto Chávez es decisivo, nos guste o no. El
futuro político del Presidente de Colombia está amarrado a las FARC y a Chávez.
¡Muy grave!
Décimo. Con la reelección del proyecto
bolivariano continuará la ambición de imponerlo en Colombia. El propósito no
cambia, por el contrario, se fortalece. Ahora el énfasis será hacerlo utilizando
como plataforma el proceso de paz con las FARC y el ELN. La paz es la
estrategia para conseguir el objetivo político, no una rendición, ni una
renuncia al mismo, por parte de Chávez, Timochenko y Gabino. Alfonso Cano el
año pasado señaló el camino a seguir: “un proceso de participación
ciudadana masivo que encause a Colombia al Socialismo”.
A pesar de la reelección en las urnas de Chávez,
no se puede hablar de un régimen legítimo, ni de que el Socialismo del Siglo
XXI cumpla con los estándares que caracterizan a la democracia. No mientras se
mantenga la persecución a la libertad de prensa, se manejen abusivamente los
medios de comunicación, se someta a los ciudadanos por miedo, se les amenace
con guerras civiles, se siga patrocinando el terrorismo o se apoyen gobiernos
dictatoriales y asesinos, entre otras cosas.
*Exviceministro de Defensa de Colombia y
autor del libro Paz Justa.
Bajo ninguna circunstancia los colombianos democratas y libres permitiremos que el narcotrafico comunista se tome el pais ni por las armas ni por las urnas. En ese fatal evento muchos estaremos dispuestos a tomar las armas y tumbar el incipiente gobierno de los cabecillas comunistas, no lo duden. Gracias a Dios eso no va a pasar nunca porque el pueblo colombiano es absolutamente democrata y republicano punto. Los comunistas criminales no tienen cabida en mi pais. Seguiremos siendo libres y lejos de la influencia criminal del falso bolivarianismo que promulga el seboso Chavez.
ResponderBorrarLo mismo dijimos los venezolanos, y míranos ahora...
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