miércoles, febrero 20, 2013

¿A qué jugamos, Presidente Santos?






Iván Márquez dijo hace unos días en La Habana, refiriéndose al proceso de paz, que "el logro mayor de estas jornadas es coincidir en el propósito de dar acceso progresivo a la tierra al mayor número posible de colombianos que no la posean o la posean de manera insuficiente".


Significa que el gobierno ha convenido con las FARC en el diagnóstico sobre la tierra como el factor de violencia en Colombia. Tal posición, no es otra cosa que legitimar el discurso de las FARC con el cual justifican el terrorismo, el asesinato, la tortura y el crimen permanente.

La guerrilla entiende, según las palabras de Márquez, que el gobierno les da la razón. Consideran por eso que el "logro mayor" es que Santos les reconozca sus demandas respecto a la tierra; demandas, que hay que decirlo, no corresponden a la realidad, mucho más si se tiene en cuenta que son las FARC las despojadoras de al menos el 39% de los casos reportados, más los que faltan.

Los señores de las FARC omiten que son el grupo que se apropia más de la tierra en el sur y el oriente del país. Solo hay que recorrer esas zonas para verificar como es dicha organización la que a través de diferentes mecanismos se ha apropiado de la tierra.

¿Qué es lo que hay a orillas del río Caguán?  Familias farianas.

¿Qué es lo que hace las FARC en la zona del Bloque Oriental? Estrategias de repoblamiento, incluso llevando a la zona familias indígenas afectas al grupo, provenientes del Cauca.

¿A qué jugamos, Presidente Santos? ¿A legitimar un discurso mentiroso? ¿A validar en nombre de la paz la narrativa con la cual las FARC justifican sus atrocidades?

¿A qué jugamos, Presidente Santos? ¿A dar la razón a las FARC para que hostiguen, persigan, extorsionen, secuestren y asesinen campesinos, ganaderos y empresarios del campo, con el argumento de que la causa del "conflicto" es la tierra?

¿A qué jugamos, Presidente Santos? ¿A validar las banderas farianas para reconocer legitimidad a su existencia?

¿Y qué pasará, Presidente Santos, si las FARC no se desmovilizan o no lo hacen en su totalidad, mientras usted les ha dado legitimidad y licencia para cometer crímenes justificados, al avalar su discurso, al tiempo que reformó la Constitución para renunciar a la persecución penal de los crímenes pasados, presentes y futuros de la organización?

Adoptar los argumentos de las FARC sobre la tierra es también validar sus acusaciones a los ganaderos, la persecución violenta en su contra, la criminalización de ese sector, al igual que de otros como la palma. Ser empresario del campo no puede asimilarse a delito y menos el gobierno convenir, como lo está haciendo en La Habana, con tal discurso. 

¿A qué jugamos, Presidente?  

Lea:

La paz se salva, Presidente... Carta de ciudadanos al Presidente Santos sobre el proceso de paz

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