Tatiana Cabello Flórez
Ahora, como si fueran pocos los ataques terroristas, secuestros y un proceso de paz sin cese al fuego, está de moda amenazar por Twitter. Terrorismo virtual. ¡Qué horror! Tengo dolor de patria, sí, otra vez.
En Twitter está circulando un panfleto –pic.twitter.com/savmYzFm– en el que se amenaza de muerte a personas cercanas y seguidores del expresidente Álvaro Uribe Vélez, es decir a uribistas, por “desinformar” sobre el proceso de paz. Las amenazas tienen nombre propio: Marta Lucía Ramírez, Rafael Guarín, Ernesto Macías y José Félix Lafaurie, Camilo Martínez, Víctor Mosquera, Hassan Nassar, Erika Salamanca, Sebastián Camelo y Gerson París. A todos ellos los une no solo su admiración por Uribe, sino que son reconocidos tuiteros en contra del proceso de paz.
Entonces los que no están de acuerdo con el proceso de paz, ¿van para el cementerio, cuando los malos son y han sido otros? ¡Pues eso sí que no! ¿En qué queda la libertad de expresión en un ambiente de terrorismo virtual? ¿En qué queda el estado de derecho?, ¿el derecho a pensar libremente? ¿En qué queda la democracia?
Comparto con el expresidente Uribe lo que escribió en su cuenta de Twitter: “Terroristas de Farc cobardes, ahora amenazan a quienes tienen como única arma la palabra en twitter”. La publicación del volante pudo haberla hecho cualquiera, pero también pueden haber sido las Farc, los colombianos de a pie no tenemos los medios para determinar quién fue. ¿Dónde está el Director de la Policía Nacional? ¿Dónde está el Fiscal General? Doctor Humberto De la Calle, usted que puede, pídale a las Farc en la mesa de negociación que públicamente rechacen estas amenazas.
No entiendo cómo la Justicia no actúa en estos casos. ¿Por que desde el Gobierno Nacional no hay un pronunciamiento en desaprobación por este ciberterrorismo emergente? Todo me parece grave. Estoy horrorizada. Pero mucho más grave que la amenaza es el silencio del Gobierno. ¡De rabo pal estanco!
El silencio puede enviar un mal mensaje. Se está violando el Estatuto de Roma, uno de los crímenes de lesa humanidad del Estatuto es el de: “Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos”… Pero en este país, dicen que el más feliz del mundo, no pasa nada, ni siquiera con la foto de Iván Márquez en una lujosa moto Harley en Venezuela.
Ciberguerrilla en Twitter, y los buenos, callados. Ciberguerrilla en Twitter, y el Gobierno, callado. Ciberguerrilla en Twitter, y el Congreso, callado. Señor Fiscal General de la Nación: encárguese, sabemos que usted no le va a meter proselitismo a una amenaza de muerte contra un grupo político claramente tipificada como delito de lesa humanidad. Fiscal, ¡levante el teléfono! Fiscal, ¡métase a Twitter!
Por si acaso: Cada día es más real la llegada del expresidente Uribe al Senado “si al gallo viejo le toca volver a la gallera, hay que hacerlo”. Insisto, el Congreso necesita pesos pesados para cambiar la imagen que deja Roy Barreras de la Cámara Alta.
@tatacabello
Ahora, como si fueran pocos los ataques terroristas, secuestros y un proceso de paz sin cese al fuego, está de moda amenazar por Twitter. Terrorismo virtual. ¡Qué horror! Tengo dolor de patria, sí, otra vez.
En Twitter está circulando un panfleto –pic.twitter.com/savmYzFm– en el que se amenaza de muerte a personas cercanas y seguidores del expresidente Álvaro Uribe Vélez, es decir a uribistas, por “desinformar” sobre el proceso de paz. Las amenazas tienen nombre propio: Marta Lucía Ramírez, Rafael Guarín, Ernesto Macías y José Félix Lafaurie, Camilo Martínez, Víctor Mosquera, Hassan Nassar, Erika Salamanca, Sebastián Camelo y Gerson París. A todos ellos los une no solo su admiración por Uribe, sino que son reconocidos tuiteros en contra del proceso de paz.
Entonces los que no están de acuerdo con el proceso de paz, ¿van para el cementerio, cuando los malos son y han sido otros? ¡Pues eso sí que no! ¿En qué queda la libertad de expresión en un ambiente de terrorismo virtual? ¿En qué queda el estado de derecho?, ¿el derecho a pensar libremente? ¿En qué queda la democracia?
Comparto con el expresidente Uribe lo que escribió en su cuenta de Twitter: “Terroristas de Farc cobardes, ahora amenazan a quienes tienen como única arma la palabra en twitter”. La publicación del volante pudo haberla hecho cualquiera, pero también pueden haber sido las Farc, los colombianos de a pie no tenemos los medios para determinar quién fue. ¿Dónde está el Director de la Policía Nacional? ¿Dónde está el Fiscal General? Doctor Humberto De la Calle, usted que puede, pídale a las Farc en la mesa de negociación que públicamente rechacen estas amenazas.
No entiendo cómo la Justicia no actúa en estos casos. ¿Por que desde el Gobierno Nacional no hay un pronunciamiento en desaprobación por este ciberterrorismo emergente? Todo me parece grave. Estoy horrorizada. Pero mucho más grave que la amenaza es el silencio del Gobierno. ¡De rabo pal estanco!
El silencio puede enviar un mal mensaje. Se está violando el Estatuto de Roma, uno de los crímenes de lesa humanidad del Estatuto es el de: “Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos”… Pero en este país, dicen que el más feliz del mundo, no pasa nada, ni siquiera con la foto de Iván Márquez en una lujosa moto Harley en Venezuela.
Ciberguerrilla en Twitter, y los buenos, callados. Ciberguerrilla en Twitter, y el Gobierno, callado. Ciberguerrilla en Twitter, y el Congreso, callado. Señor Fiscal General de la Nación: encárguese, sabemos que usted no le va a meter proselitismo a una amenaza de muerte contra un grupo político claramente tipificada como delito de lesa humanidad. Fiscal, ¡levante el teléfono! Fiscal, ¡métase a Twitter!
Por si acaso: Cada día es más real la llegada del expresidente Uribe al Senado “si al gallo viejo le toca volver a la gallera, hay que hacerlo”. Insisto, el Congreso necesita pesos pesados para cambiar la imagen que deja Roy Barreras de la Cámara Alta.
@tatacabello
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