El Espectador informa que las dificultades relacionadas con la participación ciudadana en el proceso de paz tienen que ver con la pretensión de las FARC de abrir una oficina en Bogotá. Es un modelo similar al de los años 80, que Iván Márquez conoce muy bien.
Pretenden adelantar los diálogos en Cuba, continuar con atentados como los de las últimas semanas, al tiempo que enviar guerrilleros a las ciudades para reclutar, organizar, agitar y movilizar ciudadanos, con el apoyo de organizaciones como Marcha Patriótica y el entramado de FARC que actúa en la legalidad
Para ver sobre el alcance y objetivos que persigue la narcoguerrilla con dicha propuesta lo invito a leer: El por qué de la participación ciudadana en el proceso de paz...
Paz |14 Nov 2012 - 10:59 pm
Gobierno y Farc buscan acordar protocolos de comunicaciones y participación ciudadana
Los detalles que todavía hacen falta para lograr la paz
Por: Gloria Castrillón / Enviada Especial a La Habana /
La intención de la guerrilla de abrir oficinas en Bogotá para recibir propuestas ciudadanas no fue aceptada por el Gobierno.
Este jueves en horas de la tarde, se dará inicio a una nueva ronda de
discusiones entre los equipos técnicos de la mesa de diálogos del
gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc, con el fin de
finiquitar detalles pendientes antes del arranque formal de los
negociaciones de paz entre los delegados plenipotenciarios, el cual,
como quedó convenido entre las partes, se dará a partir del próximo
lunes 19 de noviembre.
barrio El
Laguito de La Habana. Por el gobierno participarán Jaime Avendaño y
Alejandro Éder, quienes viajan este jueves en la mañana a Cuba, y por
las Farc se tendrá la presencia de Marco León Calarcá, Andrés París y
Rodrigo Granda.
Varios temas ocuparán a estos equipos técnicos. El
primero tiene que ver con los mecanismos de participación ciudadana, es
decir, los canales por los cuales llegarán a la mesa las propuestas que
tengan organizaciones de la sociedad civil acerca de los temas de la
agenda. Un asunto aparentemente de menor envergadura pero que ha cobrado
trascendencia.
De hecho, en el comunicado conjunto expedido el
martes pasado, en el que se dio a conocer el aplazamiento por cuatro
días del comienzo de los diálogos —que estaba previsto para hoy—, las
partes dan a conocer que la razón de esta decisión es “ultimar detalles
de los mecanismos para la participación ciudadana”.
Este punto ha
ocupado largas horas de discusión, ya que las Farc insisten en que se
abran oficinas en Bogotá en las que se puedan recibir directamente las
iniciativas ciudadanas. Pero el Gobierno ha cerrado esta posibilidad
porque no considera necesario ni oportuno que el grupo guerrillero tenga
una oficina en la capital del país. Además de existir un problema
legal: el levantamiento de las órdenes de captura de los jefes
subversivos sólo opera en Cuba, sede de los diálogos.
Hasta el
momento se han acordado dos mecanismos para la participación de la
sociedad civil en las negociaciones de paz: Adpostal recibirá de manera
gratuita las propuestas que los ciudadanos envíen a través de las
alcaldías municipales de todo el país y la apertura de una página en
internet que también sirva para la expresión ciudadana. Además, la mesa
recibirá las iniciativas que el Congreso de la República recoja durante
los foros que viene realizando en diferentes regiones del país.
De
hecho, según las estadísticas que manejan las comisiones de paz del
Legislativo, en las seis primeras mesas convocadas hasta el momento
participaron más de 2.300 personas y se radicaron unas 800 propuestas,
que aumentarán con los encuentros previstos el próximo fin de semana en
Florencia (Caquetá), Popayán (Cauca) y Bogotá.
Lo cierto es que
desde que el presidente Santos y las Farc anunciaron, a finales de
agosto, su acuerdo para negociar la paz, distintas asociaciones de
víctimas, de defensores de derechos humanos, de indígenas y partidos
políticos han reclamado un lugar en la mesa de negociación. Sin embargo,
el primer mandatario ha sido enfático en restringir la discusión a
Gobierno y guerrilla, y ha dicho que la participación de la sociedad
civil sólo se dará en la tercera fase del proceso, cuando está previsto
que se implementen los acuerdos.
De otro lado, entre hoy y el
domingo los equipos técnicos harán también la última revisión al
reglamento y los protocolos sobre comunicaciones que ya se han acordado.
En este aspecto ya está claro que solo habrá dos instrumentos:
comunicados conjuntos que serán leídos en español por el delegado del
gobierno cubano y en inglés por el noruego, y luego publicados en la
página web de la mesa; y ruedas de prensa cuando los jefes negociadores
consideren oportuno. Estas conferencias siempre se darán por separado.
Con
la firma de estos protocolos se cerrará esta fase preliminar, que
permitirá el inicio formal de la mesa con los negociadores
plenipotenciarios el próximo lunes 19 en el Palacio de Convenciones del
Hotel Palco de La Habana, donde ya funciona una oficina del Gobierno
colombiano.
Es claro que ese día comenzará una nueva etapa entre
las partes, que estará marcada por la necesidad de crear un clima de
confianza en la mesa, teniendo en cuenta que ambos equipos negociadores
arrancan con cabezas nuevas, Humberto de la Calle e Iván Márquez,
quienes hasta ahora, aparte de la instalación formal del proceso en
Oslo, han estado más a la sombra y en tareas de coordinación.
Y
aunque fuentes oficiales insisten en que la llegada de Iván Márquez ha
impuesto un estilo diferente a su equipo y que se ha convertido en un
factor de división en las Farc, el jefe guerrillero negó, en una
entrevista publicada en el semanario Voz, la existencia de tales
fraccionamientos. Por el contrario, habló de un profundo optimismo
frente al inicio de las conversaciones.
Lo que se prevé a partir
del próximo lunes es un fuerte pulso entre las partes antes de entrar a
discutir el primer punto de la agenda, desarrollo rural, porque las Farc
insistirán en ampliar el sentido de la agenda firmada en la fase
exploratoria y el Gobierno ha manifestado que mantendrá su posición de
no abrir esa posibilidad. El temor es que se vuelva al mismo punto de
hace más de una década, cuando se encontraron por última vez el Estado y
las Farc en el Caguán y que se convirtió en la nuez del asunto: ¿qué es
realmente lo negociable?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario