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"De una vez aprovecho para aclarar algo en lo que quiero que no quede ninguna duda sobre cuál va a ser el resultado final o cómo vamos a cerrar este proceso. Es muy posible que se pueda encontrar una fórmula para refrendar popularmente cualquier acuerdo. Eso está por discutirse. No voy a entrar en detalles precisamente porque es uno de los puntos en discusión. Pero lo que sí quiero que quede muy claro es que no vamos a terminar estos acuerdos con una Asamblea Constituyente, como algunos han pedido el día de ayer. Que se borren de la mente esa posibilidad, porque eso no va a ser así"
La respuesta de Santos se produce luego de que el miembro de la delegación del grupo terrorista Jesús Santrich dijera que una Constituyente debería refrendar los Acuerdos. FARC insisten en Constituyente
En la agenda suscrita entre el gobierno y la guerrilla uno de los puntos que se debe acordar tiene que ver con los mecanismos de refrendación, que dada la naturaleza de los temas que las FARC le impusieron a Santos en la primera fase implicaría ajustes constitucionales, los cuales sólo se pueden llevar a cabo a través del Congreso, un referendo o una Constituyente.
FARC ha insistido, como parte de su estrategia política para ganar legitimidad y con el fin de procurar blindarse ante posibles problemas jurídicos, en que deben ser los ciudadanos los que refrenden directamente cualquier resultado de la Mesa. Eso sólo es posible a través de un referendo o de la Constituyente convocada para ese fin, si implica ajstes a la Carta Política.
En todo caso, ningún medio democrático puede estar condicionado en su convocatoria a aprobar Acuerdos. Precisamente, su naturaleza democrática implica que éstos se asuman como propuestas y puedan ser aceptados, negados o modificados. Pretender imponer decisiones a mecanismos democráticos es absurdo.
Ahora bien, el rechazo de Santos a una Asamblea Constituyente es por el temor a que los sectores uribistas se conviertan en una fuerza decisiva en las urnas. Tal temor lo lleva a descartar ese mecanismo.
Un referendo tiene múltiples complicaciones. Un número determinado de sufragios, la complejidad de la votación pregunta por pregunta y el trámite mismo a través del Congreso y la Corte Constitucional.
Para el gobierno el referendo es una buena alternativa, pero muy peligrosa para Colombia. Quieren en nombre de la paz y bajo la amenaza de la continuidad de la violencia que los ciudadanos aprueben masivamente, sin discusión posible, los Acuerdos.
En un escenario de referendo quien en su derecho se oponga a los Acuerdos será estigmatizado como enemigo de la paz. La estrategia es clara: se atacará a la oposición democrática y se buscará someter al país a los Acuerdos, sin importar de cuáles se trate.
Eso que le puede parecer positivo al gobierno se convierte a la larga en un flanco vulnerable para una paz estable y duradera. La división política que se traducirá en inseguridad jurídica permanente sobre los Acuerdos.
La diferencia con la Constituyente es que esta convocaría a todos los sectores y su resultado tendría la fuerza que da la libre discusión y la construcción de fórmulas consensuadas, no impuestas.
La opción que preferiría Santos es que cualquier Acuerdo que implicara reforma constitucional se llevara a cabo por el parlamento, teniendo en cuenta su mayoría aplastante. Pero eso implica, a diferencia de lo que pretende las FARC, no hacer cambios substanciales que puedan afectar los intereses políticos de los congresistas,
"La Asamblea Constituyente no es un refrendación popular a unos acuerdos. La Asamblea Constituyente es otra cosa. Desde el principio hemos sido muy claros en que la Asamblea Constituyente no va a ser el resultado final a estos acuerdos", aseveró el presidente.
Las FARC van a insistir en la Constituyente. Para el grupo no es sólo un mecanismo de refrendación, sino una plataforma de lanzamiento de su estrategia política. Vamos a ver qué pasa.
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