RAFAEL GUARÍN
El Presidente Juan Manuel Santos considera que las actas de la Comisión Asesora deben ser públicas para que “los colombianos conozcan quiénes fueron los responsables” de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, en el litigio con Nicaragua. Así pretende demostrar que no tiene ninguna responsabilidad en la debacle de perder más de 100.000 kilómetros cuadrados de territorio, pero sí los gobiernos precedentes.
Es un discurso
completamente contrario al que pronunció el 19 de noviembre de 2012, en medio
de la conmoción nacional causada por el fallo. En esa oportunidad, el
mandatario aseveró que “el equipo jurídico que nos representó ante la Corte de
La Haya y los equipos de trabajo de la Cancillería, durante los diferentes
gobiernos, representaron con altura y con empeño los intereses de Colombia, y
así debemos reconocerlo”.
Además
indicó, respecto a la decisión de la Corte, que “todo esto realmente son
omisiones, errores, excesos, inconsistencias, que no podemos aceptar”. “La Corte ha incurrido en este tema en serias
equivocaciones”.
Para el
presidente, que llevaba 27 meses al frente del litigio, el problema no era la
estrategia de defensa, ni los pobres Guillermo Fernández de Soto y Julio
Londoño Paredes. ¡No! Tampoco ningún expresidente. ¡Por el contrario! Según sus
palabras, los gobiernos, incluido el de Uribe, habían hecho muy bien la tarea y
quien había errado era la Corte de La Haya.
Exaltar la
estrategia de defensa de Colombia, la responsabilidad con la que se había procedido
en los gobiernos anteriores y la justeza de los argumentos jurídicos, fue la línea permanente del actual
gobierno. Por eso, precisamente, Santos decidió, en sus palabras, mantener “el camino jurídico trazado” (19 -11
-2012).
Pero no es
sólo el discurso del presidente. La canciller María Ángela Holguín destacó
siempre que “Colombia realizó una sólida defensa de nuestra soberanía
ante la Corte a lo largo del pleito, que completa más de una década” y que
“todos los gobiernos han estado comprometidos con la defensa” (10-11-2012),
ahora la descalifica.
Al salir la
sentencia responsabilizó a la Corte: “no falló en derecho” y “es lo más triste
e injusto que le ha pasado a Colombia” (27 – 11- 2012), pero ahora dice que la
responsabilidad fue de los gobiernos de Uribe y Pastrana.
En síntesis, para el gobierno Santos el problema no
estaba ni en el equipo, ni en la estrategia de defensa, sino en una decisión
equivocada e injusta de la Corte. Entonces, ¿por qué ahora Santos y la canciller
salen a señalar a Uribe de responsable del desastroso fallo?
¡Es una hábil jugada! Santos ha demostrado que es
maestro de la simulación y el engaño. Dotado para manipular, acomoda las narrativas a su capricho y
conveniencia. La voltereta en este caso apunta a hacer creer que el problema no
es una decisión injusta de la Corte, sino la mala defensa adelantada por sus
antecesores. Frente a la presión de las encuestas, trata de blindarse y evadir la
solicitud de desacatar la sentencia, que es la verdadera cuestión, al tiempo
que busca trasladar su propia responsabilidad a Uribe, al decidir someter el
país al despojo.
Además, el gobierno procura ganar tiempo para su
reelección, propagando la idea de que existen mecanismos jurídicos para
controvertir el fallo. Una mentira más de la que es consciente el mismo presidente:
“Es un fallo definitivo e
inapelable” llegó a reconocer (19 – 11 - 2012).
Nada en Santos es como parece. Toda la parafernalia
simula “mano de hierro” para proteger el territorio, pero en realidad busca
legitimar la decisión de aceptar el despojo. En noviembre Santos lo dejó claro:
“no voy a aplicarlo (el fallo) hasta no garantizar que esos derechos están bien
defendidos” (30 – 11 - 2012), refiriéndose a los habitantes de San Andrés y
Providencia. Es la manera, típicamente santista, de afirmar que sí lo va a
acatar, a pesar que desde el principio dijo no “poder aceptar” los “errores”, “omisiones”
y “equivocaciones” de la sentencia.
El punto, con todo respeto, presidente, es no
acatar un fallo injusto que cercena el territorio y no equivocarse creyendo que
los ciudadanos son bobos y se seguirán tragando todas las mentiras.
Nota: Muy importante que el Presidente Santos haga
pública el acta de la Junta en la que aprobó como Ministro de Defensa el
ascenso a general del criminal Mauricio Santoyo.
Lea también: ¿La retórica de la paz por encima de la verdad?
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Señor Presidente Santos, es deprimente ver todo lo opuesto a los valores por los que fue elegido...das mucho que pensar con tu falta de claridad en tu gobierno, parece que te acostaras con los antisociales que no respetan la democracia...estas en el sendero de ganarte el amor que los Colombianos de bien le tenemos a los apátridas guerrilleros y mal vivientes.
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